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lunes, 26 de noviembre de 2012

LENGUAS CLÁSICAS. Artículo de Alejandro Pastor


Soy profesor de Latín y de Griego de la Comunidad de Madrid y me gustaría denunciar que el anteproyecto de la LOMCE elimina la Cultura Clásica de la ESO; el Griego I y II desaparecen de la modalidad de Humanidades y aparece una asignatura de un sólo año que pasa a ser optativa y no obligatoria, lo que implicaría su casi desaparición. El Latín, a día de hoy, queda igual cuando antes del verano todo apuntaba a que sería materia obligatoria para 4º de ESO. Occidente tiene sus raíces en la Grecia antigua, es más, ya la Atenas del S. V a. C. desarrolló ese sistema político tan moderno llamado democracia. ¡Hasta los antiguos romanos supieron valorar a Grecia y aprender de ella! La historia de Europa se fraguó en Grecia y ahora esta reforma educativa quiere darle la espalda, olvidar lo que ha sido nuestro origen. En una época como la nuestra, en la que se precisa de tanta investigación y tanto conocimiento, hemos de continuar la senda de aquellos antiguos griegos movidos por el afán de conocer y, sobre todo, de conocerse. Es totalmente injustificado que, a pesar de la crisis, el empeño por superar el déficit pueda dar lugar a una reforma del sistema educativo basada exclusivamente en criterios empresariales, cayendo en el craso error de que solo importa lo que genera riqueza y dejando a un lado la verdadera formación y dimensión del «ser persona». Y esto ya lo dijo nuestro paisano Séneca: «Quid sis interest, non quid habearis [importa lo que eres, no lo que tienes]».

Alejandro Pastor del Castillo

Publicado el 8 de Octubre de 2012 en el diario ABC

LOMCE: Hacia una educación deshumanizada. Artículo de Ana Peña


 Como muchos ciudadanos ya conocen, se ha hecho público en medio de una gran polémica el anteproyecto de ley de educación: LOMCE. Será nada menos que el séptimo intento de reforma del sistema educativo de la democracia y, como todos sus predecesores, presume de ser el definitivo. Quienes nos vemos obligados a plegarnos a lo que nos dicta cada temido cambio de gobierno, sabemos bien lo falaz que resulta esa presunción. Los docentes llevamos años pidiendo un gran pacto por la educación que aporte estabilidad y consenso a algo tan trascendental como la formación de las generaciones futuras.

Esta nueva ley no sólo no cumple con nuestras reivindicaciones sino que va camino de ser una ley del mercantilismo y de la búsqueda del rendimiento económico que, además, será tristemente recordada por ser la ley que asesta el golpe mortal a las humanidades y a las artes: desaparece el Bachillerato de Artes Escénicas, Música y Danza, elimina carga lectiva a asignaturas como Historia, Música o Historia del Arte y perjudica muy especialmente a las Lenguas Clásicas haciendo que desaparezca la Cultura Clásica de la Eso, limitando la presencia del Latín a la opción de humanidades y prácticamente eliminando el Griego, que ahora será “materia optativa de oferta no obligada”. ¡Triste consideración para la lengua y la cultura que han sido la base de toda nuestra civilización occidental!  En Griego nació el diálogo y la democracia, la astronomía, las matemáticas, la filosofía, la arquitectura, la escultura o la literatura y, en definitiva, todo aquello sobre lo que se asienta nuestra civilización. Desde el Renacimiento hasta el siglo pasado, la tradición greco-romana ha sido siempre la reserva de la cultura y de la erudición, en ella buscaron inspiración literatos y artistas, de ella bebieron filósofos, políticos o científicos de todas las ramas y el propio latín fue lengua de prestigio y vehículo de la ciencia y de las letras hasta el siglo XVIII. Ahora no se publica en latín, es cierto, pero ¿acaso no pasa por términos griegos o latinos la gran mayoría del léxico culto de todas las ramas del saber? ¿Hay alguna materia que englobe más a todas las demás que las Lenguas y la Cultura Clásica?

Pero el humanismo no es rentable ni política ni económicamente. El gran Cicerón habla repetidamente del concepto de humanitas en el Pro Archia, para referirse a la erudición, al cultivo de la inteligencia y de todo aquello que nos diferencia de los animales (hoy día, también de las máquinas). Pero la progresiva eliminación de las humanidades de los planes de estudio en las últimas décadas, discurre pareja a la degradación moral y cultural – a la falta de humanitas - de nuestras sociedades modernas. Los planes de estudio basados casi exclusivamente en materias técnicas e instrumentales dan como resultado ciudadanos capaces de manejar complejos mecanismos o realizar tareas rutinarias, pero no personas creativas, hombres y mujeres de pensamiento y actitudes críticas o, lo que es lo mismo, seres humanos libres.

Habrá que hacer una reflexión seria antes de que sea demasiado tarde. Es hora de decidir qué escuela queremos para nuestros hijos: la que cultiva los valores y las habilidades intelectuales o la que produce mano de obra. 

Ana M. Peña Cabanas
Profesora en paro de Latín, Griego y Cultura Clásica.

Artículo publicado en el Blog Marea Verde y en la revista Magisnet

QVO VADIS? Artículo de Laura Lamata

Cada vez que hay un cambio de gobierno la educación tiembla. El motivo es bien sencillo: ¿se nos avecinará una nueva reforma? El actual gobierno no ha tardado ni un año en presentar la suya. ¿Dónde quedó el consenso que se le exigió al exministro Gabilondo? En ésta, como en otras anteriores, no se ha preguntado ni pedido opinión a los miembros de la comunidad educativa.


Todo cambio debe ser para mejorar. Entendemos que el ministro Wert habrá pensado que con la LOMCE los alumnos saldrán mejor preparados para su futuro. ¿O quizá no?

Según el texto presentado, en la etapa de educación secundaria obligatoria los alumnos no tendrán la asignatura de Cultura Clásica en 3º y en 4º como materia optativa. Hasta ahora su oferta era obligatoria en todos los centros. Sin embargo, en el anteproyecto de ley ni se la menciona. Algunos podrán coincidir con el señor ministro en que es una asignatura prescindible, pues eso es algo ya del pasado que poco aporta al presente. ¿Qué pensarán los jóvenes no versados en la política de la antigua Roma sobre, por ejemplo, que los políticos no cobren por sus servicios a los ciudadanos? Quizá, pensarán, es que son todos muy altruistas. Los conocedores del mundo antiguo sabemos que no funcionó entonces y conocemos sus consecuencias. ¿Es la asignatura de Cultura Clásica peligrosa para los jóvenes? Recuerden que a Sócrates le mandaron tomar cicuta precisamente por corromperlos.

En lo relativo al Bachillerato, el Griego se lleva la peor parte. Según el texto presentado, queda como mera asignatura optativa. En la actualidad es, como no podía ser de otra manera, obligatoria para los alumnos de Humanidades. Seguro que alguno dirá: “¿pero eso todavía se estudia?” Afortunadamente, le responderíamos. Los alumnos de Humanidades deben tener unos profundos cimientos para entender su lengua y para comprender las manifestaciones artísticas y literarias. Sin esta asignatura quedarán cojos. ¿Quién entenderá el origen de tantas palabras? ¿Quién distinguirá entre autócratas, tecnócratas o políticos? ¿Son lo mismo?  Es posible que haya quien piense que se puede perfectamente pasar sin saber Griego. Sí, de acuerdo. Pero, ¿a dónde vamos? ¿A dónde nos dirigimos? ¿Caminamos como autómatas o reflexionamos y actuamos tras un análisis?

Grecia y Roma es nuestro pasado. Si no lo conocemos, no nos conoceremos a nosotros mismos. ¿Es lo que se pretende? ¿Acaso es mejor un ciudadano sin criterio?

Laura Lamata

Publicado el 8 de Octubre de 2012 en el Blog Marea Verde

CARTA AL MINISTRO WERT de nuestra compañera Miriam Domínguez Giroldi

LEY DE EDUCACIÓN


Soy un profesor de Latín y de Griego y me gustaría informar y denunciar la situación en la que las lenguas y la cultura clásicas quedan en el anteproyecto de la nueva ley de educación (LOMCE) del ministro Wert. Hasta ahora, todos los departamentos de de Clásicas podíamos ofertar las siguiente materias:
En la ESO:
- Cultura Clásica, optativa en 3º y 4º de ESO.
- Latín, obligatorio para Letras en 4º de ESO.
En Bachillerato:
- Latín I y II: obligatorias de modalidad de Humanidades.
- Griego I y II: obligatorias de modalidad de Humanidades.
El anteproyecto de la LOMCE elimina la Cultura Clásica de la ESO; el Griego I y II desaparecen de la modalidad de Humanidades y aparece una asignatura de Griego (no dice que sea I y II, así que la entendemos como una asignatura de un sólo año) que pasa a ser optativa de Modalidad de oferta no obligatoria para los centros, lo que implicaría su casi desaparición. El Latín, a día de hoy, queda igual.
Antes del verano todo apuntaba a que el Latín sería materia obligatoria para todos los alumnos de 4º de ESO. Así lo informaban muchos medios, pero el anteproyecto dice otra cosa: es optativa a la Biología.
Ante este panorama, no sólo los profesores de Clásicas a nivel nacional, sino también muchos amantes de la cultura y personas con un sentido íntegro de lo que debe ser la educación, estamos consternados por este empeño de eliminar de nuestras enseñanzas básicas aquellas materias que suponen la base del resto de materias. El mundo de occidente tiene sus raíces en la Grecia antigua, un pueblo muy jugoso en pensamiento, en ciencia, en arte, en lengua, en ocio, ... tanto que forjó el surgimiento de las ciencias y la tecnología modernas. Es más, ya la Atenas del S. V a. C. desarrolló ese sistema político tan moderno llamado democracia. ¡¡Hasta los antiguos romanos supieron valorar a Grecia y aprender de ella!!
La historia de Europa se fraguó en Grecia y ahora esta reforma educativa quiere darle la espalda, olvidar cuál ha sido nuestro origen. Si no transmitimos estos conocimientos desde la escuela y no empapamos a nuestros jóvenes con estos valores, tendremos generaciones empobrecidas. En una época como la nuestra, en la que se precisa de tanta investigación y tanto conocimiento, hemos de continuar la senda de aquellos antiguos griegos movidos por el afán de conocer y, sobre todo, de conocerse.
Una reforma educativa que empieza diciendo "La educación es el motor que promueve la competitividad de la economía" es muy peligrosa. Es totalmente injustificado e incomprensible que, a pesar de vivir en una situación de crisis, el desenfreno por superar el déficit pueda dar lugar a una reforma del sistema educativo basada exclusivamente en criterios empresariales (O tempora, o mores!), olvidándose de la formación íntegra de nuestros jóvenes, cayendo en el craso error de que importa únicamente todo lo que genera riqueza y dejando a un lado la verdadera formación y dimensión del "ser persona". Y esto ya lo dijo nuestro paisano Séneca: "Quid sis interest, non quid habearis [importa lo que eres, no lo que tienes]".
Desde estas líneas, lanzo mi total rechazo (y el de muchos) a este anteproyecto. Espero (y esperamos) que se rectifique, porque, si no, mucho me temo que el sociólogo D. Ignacio Wert será recordado por la historia como el ministro que ha eliminado las Humanidades de nuestro sistema educativo.
Alejandro Pastor del Castillo
Profesor de Lenguas Clásicas
Artículo publicado el 6 de Octubre de 2012 en Canarias24horas.com 

lunes, 19 de noviembre de 2012

MUNDO CLÁSICO Y EDUCACIÓN: UNA ADQUISICIÓN PARA SIEMPRE


Bajo el pretexto de combatir el fracaso escolar, el anteproyecto de la LOMCE entre otras cosas  supone un hachazo para la enseñanza de la cultura y las lenguas  clásicas en la etapa de Secundaria (ESO y Bachillerato).

En la dialéctica entre civilización y barbarie, las Humanidades, surgidas en Grecia y Roma, se han reencarnado en las generaciones de estudiantes siglo tras siglo, sobreviviendo a todos los desastres: el fin de las póleis donde nacieron, la desaparición de los reinos helenísticos, las destrucciones de la biblioteca de Alejandría, la caída del Imperio Romano de Occidente, mil años después, el fin de Bizancio, la Contrarreforma,  guerras, aniquilaciones y cambios de soporte en la transmisión: piedra, tablillas de barro, papiro, pergamino, libro impreso.

Llegaron las lenguas clásicas y su patrimonio a la era de la burguesía, fueron  inspiración de su arte y su pensamiento, y asimismo  el deleite de las elites hasta entrado el siglo XX. También hicieron reflexionar a Descartes y a Newton, a  Marx y a Nietzsche. Dieron su gloria a Oxford y a la enseñanza en los países del Este incluso durante la Guerra Fría. Se estudiaron en América, y el escudo de la potencia dominante ostenta su lema en latín, E pluribus unum, que sólo una minoría de españoles puede entender. Cada descubrimiento científico, cada invento tecnológico lleva un nombre tomado del griego o del latín, o del primero a través del segundo.

En los últimos cuarenta años, varias reformas educativas las pusieron al borde de la desaparición del conocimiento del ciudadano. Así, la LGE de Villar Palasí, y la LOGSE. El error de ésta, al barrer el latín del bachillerato común, fue reconocido y en parte rectificado tanto en la LOCE, que no llegó a aplicarse, como en la vigente LOE, rescatando parcialmente la lengua de Roma como opción en la ESO, y manteniendo y consolidando la presencia del griego en el Bachillerato y en las Pruebas de Acceso a la Universidad.

Ahora vivimos un cambio de era, una época en la que cada decisión equivocada puede significar un error fatal, una pérdida definitiva, Y en la historia de la educación en España estos errores, estas pérdidas pueden llevar un apellido: el del ministro Wert. ¿Será este sociólogo quien  pase a la historia como el ministro que ha herido de muerte a las Humanidades?

Por eso, no estamos sólo preocupados, se trata de un sentimiento mucho más hondo, tanto que nos desgarra el alma, porque no podemos comprender que en estos momentos críticos todo lo disculpe el afán por superar el déficit y la creencia de que importa, por encima de todo, lo que genera lucro, y no la riqueza verdadera. Y esto a nosotros se nos antoja un error mayúsculo. Ya estamos viendo a dónde nos ha llevado una confianza excesiva en las finanzas, en el dinero. Consideramos otra cosa la riqueza, algo menos voluble, más estable, que sirva para echar raíces, para crear cimientos. Preferimos seguir las teorías de Fedro, el fabulista latino (El hombre instruido lleva siempre consigo su riqueza), y las de Séneca, el famoso moralista (Importa lo que eres, no lo que tienes). Consideramos así que  Educación, Cultura, Dignidad, … son palabras mayores, para escribirlas con mayúscula. Desde la autoridad que nos confiere nuestra experiencia como docentes que conocen bien lo que ha sido la base de nuestra civilización occidental, nos sentimos legitimados para clamar que no conviene aplicar criterios empresariales a estos campos, a estas parcelas necesarias para el “hombre” de nuestra época e imprescindibles, si queremos que este hombre progrese por el camino adecuado.

El mundo de occidente tiene sus raíces en la antigua Grecia, un pueblo muy rico en pensamiento, en ciencia, en arte, en lengua. Los romanos de entonces supieron valorarlo y aprender de ellos. Captaron y adaptaron su cultura en general y la llevaron a todos los pueblos conquistados. Nuestra historia se forjó a partir de ahí en todos los aspectos importantes. Ahora no podemos darle la espalda, olvidar lo que ha sido nuestra cuna, nuestra fuente, nuestra madre. Si no enseñamos estos saberes desde la escuela, si no formamos a nuestros jóvenes con estos conocimientos, si no hay al menos un grupo significativo de alumnos que puedan recoger el testigo de un legado tan importante, las generaciones siguientes se verán sustancialmente mermadas, empobrecidas. En una época como la nuestra,  en la que se precisa tanta investigación y tanto conocimiento, hemos de continuar la senda de aquellos antiguos griegos movidos por el empeño de conocer y conocerse. Por esa afanosa actitud surgió primero su mitología como modo de dar explicación a todas aquellas dudas sobre el mundo que les rodeaba, sobre los astros, sobre los cambios estacionales a lo largo del año… Tras los mitos llegaron la filosofía y la ciencia. Se pasó del mythos al logos y, desde entonces, la humanidad ha progresado, ha mejorado, pero siempre en el entorno de ese estadio del logos.

Nosotros, los profesores de Cultura Clásica, Latín y Griego, estamos convencidos de que en estos momentos la Educación tiene que salvarnos, tiene que proporcionarnos remos para atravesar este mar proceloso y conducirnos a buen puerto, con billete para una larga travesía. Consideramos imprescindible que, al menos, los alumnos que vayan a optar por el camino de las Humanidades se acerquen directamente al mundo grecolatino, en todos sus ámbitos, porque eso es lo que se logra cursando estas materias. Eso, como mínimo, ya que además consideramos y, está demostrado,  que su estudio conforma y estructura la mente del alumno, le proporciona  útiles herramientas para el aprendizaje de otras materias, unas de tipo lingüístico, como el mismo Castellano y el resto de las lenguas derivadas del Latín, además del Inglés y el Alemán. En otras materias aportan también inestimables recursos, como ocurre con la etimología para todas las disciplinas, incluyendo las científicas y tecnológicas. Por todo esto nos hemos sentido consternados  al leer y analizar el Anteproyecto Wert y constatar que se reduce aún más el papel que se les adjudica a estas asignaturas, pues la Cultura Clásica desaparece de los dos cursos en que era optativa y el Griego se elimina como materia específica de la modalidad del Bachillerato de Humanidades, y queda reducida a la mínima expresión, como optativa de oferta no obligada para los centros. Creemos que esta medida traerá graves consecuencias para los estudiantes, pero también para la sociedad del mañana, pues, si los jóvenes no conocen y transmiten un legado tan rico en conocimientos, el Humanismo europeo sufrirá un perjuicio irreparable. Esperamos que las autoridades educativas reflexionen y subsanen a tiempo este gravísimo error.

Hay en este Anteproyecto otros aspectos que convendría replantearse, pero creemos que algo es obligado, que los distintos representantes políticos estudien el tema y se sienten juntos a consensuarlo. De otro modo, las leyes educativas van a seguir modificándose cada vez que cambia el partido en el Gobierno y el sistema educativo, los profesores, los alumnos y la sociedad necesitamos algo más estable, más duradero.

También en este tema del consenso la Grecia antigua tiene mucho que enseñarnos. Los griegos crearon la palabra «diálogo» (‘discurso o conversación compartida’) porque la necesitaban para denominar una actitud que definía muy bien su idiosincrasia, su modo de entender la vida. Ahora precisamente, en esta situación tan complicada, necesitamos, por eso, rememorar a los clásicos, enseñárselos a las nuevas generaciones y hacer que su legado, vigente aún, siga considerándose válido.

Ángeles Patiño y 64 docentes del Grupo Somos de Clásicas (Profesorado de Latín y Griego de diversas comunidades autónomas) 

Artículo publicado en El País